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  • La fotograf a de Mauro Calanchina se imprimi en

    2019-06-10

    La fotografía de Mauro Calanchina se imprimió en la portada y será éste el momento en el que se inician las modificaciones wee1 la imagen. El propio Calanchina editó la fotografía, la recortó, limitándose a presentar el ceño del joven que iza un clavel y varios brazos levantados que sostienen la flor. Tal recorte sugiere cierta similitud facial con la de Robin, quizá por ello Calanchina decidió presentar de esta forma la fotografía. Se invirtió en espejo el orden de los personajes y aunque el formato original fue una película en blanco y negro, para la revista se publicó en negro sobre rojo, lo que dio más contraste y realce a los gestos faciales de los asistentes a la marcha y aportó cierto dramatismo que la fotografía original no tenía. Por lo que respecta al paisaje, éste se suprimió en su totalidad, le fueron retirados los edificios que circundaban a los manifestantes, así como los letreros con nombres de almacenes y el logotipo publicitario de Pepsi, sin embargo, estas alteraciones no modificaron el discurso de la fotografía sino que lo enriquecieron (véase fotografía núm. 2). Esta composición trascendió con una fuerte carga simbólica y resultó una de las imágenes más conocidas de Calanchina, considerado como un actor social e histórico durante el conflicto armado, ya que gracias a él se conservó el testimonio y la memoria de un tiempo, como lo menciona el editor de la revista: Desde su publicación en Alero, la imagen se convirtió en una evocación a Robin, que si bien no se muestra su cuerpo inerte, se le identificó como una apología del movimiento estudiantil y del ideario revolucionario, a la par de reconocérsele como mártir, conceptos que se entretejieron con la fotografía y el contexto que permitieron construir el prototipo del mártir guatemalteco. El recurso discursivo de la palabra mártir, que sería usado por la revista, deposita en la víctima un halo religioso, “derivado de la teología cristiana y aumentado por los principios revolucionarios”, que se traduce en la glorificación del sacrificio. Los textos dentro de la Revista Alero fortalecen esta percepción: La fuerza de la imagen estudiada radica en que ésta responde a tertiary structure los paradigmas revolucionarios de la época, ya que incluye una alusión al joven mártir, Robin García, y a la lucha estudiantil. De tal suerte que el activismo militante de García Dávila, aprendiz intelectual en el periódico Pueblo y Estudiante, labor por la que recibió amenazas contra su vida, se manifiesta en los ejercicios poéticos del joven, donde se reafirma la pretensión de entregar la propia existencia en razón de la lucha revolucionaria. Estos versos fueron rescatados en el homenaje póstumo, La marcha de los claveles rojos. Poemario y biografía de Robin Mayro García Dávila publicados en 2009. Uno de sus textos enfatiza lo antes señalado: El desdén a la muerte no se contrapone a la pasión por la vida, la utopía revolucionaria es sólida para alcanzarla. Sin embargo, es necesario enfocarnos en el martirio, como concepto de la santidad cristiana, que convive con la ideología marxista en la lucha por la transformación de la realidad, particularmente alrededor del tema abordado. Esa conciencia en el estudiante guatemalteco, politizado y organizado, tiene un sentido escatológico en la militancia y posee sus propios recursos rituales intelectualizados, como se percibe en la narración de Ruth del Valle, donde refiere que ante la posibilidad real de una desaparición forzada se contaba ya con la foto del afiche, que proyectaría la imagen de la víctima durante el proceso de búsqueda y exigencia de su aparición, explica: “[…]en ese momento se nos acabaron las bromas, ‘la de la foto del afiche’, que consistía en que todos entregaban fotos, para cuando pasara algo ya se tenía la foto para el afiche” (véase fotografía núm. 3) Aunque éste no es el caso de Robin, ya que la fotografía que lo identifica tras su muerte fue proporcionada por su familia y tomada de su cédula de identificación, sí encontramos en él la predisposición y la aceptación de una posible muerte. Su afiche empezó a circular, en los diarios guatemaltecos, entre los estudiantes y se empleó para el diseño de los murales conmemorativos del joven aquechista en la usac, donde se le representa junto con claveles rojos con la siguiente leyenda: